La Raza Campeón 2000 La Raza 6-5 Dallas Supera en shootouts equipo regio a un aguerrido Dallas y se corona por tercera vez en la Liga Mundial de Futbol Rápido
Oscar Sánchez
El título fue lo único que La Raza de Monterrey buscó durante toda la
temporada 2000 de la Liga Mundial y ayer lo encontró.
En una épica batalla que quedará grabada con letras de oro en la historia del
futbol rápido profesional, el equipo regio derrotó 6-5 en serie de shootouts a
su acérrimo enemigo, los Sidekicks de Dallas, para agenciarse su tercer título.
Cuando parecía que se daría otro fracaso más en el deporte profesional en
Monterrey, apareció La Raza y sacó la casta por los regios.
Los más de 3 mil 500 aficionados que abarrotaron el Gimnasio Tecnológico
seguramente terminaron sin uñas, en un gran partido que bien pudo haber firmado
el maestro del suspenso, Alfred Hitchcock.
Todos los récords, sus 20 triunfos en la temporada regular, y las 14 victorias
consecutivas en casa parecían irse por la borda después de una exhibición de
cómo jugar el contragolpe del equipo texano, que obligaron a definir el partido
en la última instancia de desempate, los shootouts.
Después de que en el tiempo regular el partido terminó empatado 5-5, y que
expiraron sin gol los 10 minutos del tiempo extra, se llegó a la última
instancia de desempate, cinco cobros por equipo desde la línea roja.
El arquero regiomontano Raúl Salas se puso el traje de héroe al atajar tres de
los cuatro disparos que encaró, ya que sólo David Doyle lo venció en el
primero.
Por La Raza, Marco "Chikis" López, Mariano Bollella y Alejandro Cárdenas,
acertaron sus cobros, dejando la responsabilidad al sidekick Giampaulo Pedroso.
El uruguayo decidió el partido al estrellar el balón sobre las piernas de
Salas, para desatar la algarabía en las tribunas y decretar el inicio del
festejo regio.
"El héroe es todo el equipo, ahora sólo me tocó la suerte de parar los
shootouts", comentó Salas con modestia y lágrimas, quien tras su hazaña
se fue a trepar al acrílico lateral, justo donde su familia estaba situada.
"Un campeón también tiene que tener suerte", comentó "El
Monstruo" Bollella, a quien se le otorgó al final el trofeo del Jugador Más
Valioso de la temporada.